¿Quién olvida?
¿la que cierra sus ojos
y sus sentidos
a la caricia y a los gritos
que viven en el viento?
Olvida quien se esconde
en un manto de silencio.
Olvidamos
cuando ni siquiera sabemos,
porque saber implica
reconocer la mentira
que apacigua los recuerdos.
Y de tanto buscar el confort
del dulce olvido,
poco a poco,
nos vamos perdiendo.
Ya no recordamos
ni de donde venimos,
ni el camino que llevamos,
ni los amores secretos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario