jueves, 16 de julio de 2020

Pedaleando entre dudas, hacia la plenitud de la vida.






Avanzamos en silencio
por caminos llenos de ausencia;
 la de las víctimas
que ha dejado entre los campos
este tiempo de pandemia.

Se sentía su vacío
como un miedo ligero
que se espanta con mascarilla,
como una mirada furtiva
a quienes venimos de lejos.

Pedaleamos ligeros,
la soledad de esta tierra es alucinante:
no hay coches, no hay bares,
ni apenas hoteles rurales
con las puertas abiertas.

Al fondo un paisaje ondulado
de robles y encinas
a cuyos pies la crece la hierba,
ya amarilla,
y los cardos esparcidos
por el paisaje
dan un toque de verde y espina.

Avanzando por la carretera
se perfilan al fondo
montañas y colinas,
pero sobre todo la fuerza
de la ausencia,
la dureza de la duda,
y la luz de fondo 
de la grandeza de la Vida.





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