El árbol que se escapa del bosque
inclina sus ramas
hacia la cumbre de la montaña,
pero no llega;
los vientos mortales
y las heladas eternas
le dicen "basta" a sus intentos.
El árbol se hace viejo
resistiendo las acometidas
del viento, de la nieve y de la vida.
Y la montaña, compasiva,
riega sus raíces
con el agua de mil manantiales.
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