miércoles, 29 de marzo de 2023

A la tormente me entrego.

 

Llegó una jornada

de luz y belleza

sacudiendo de esperanza

el centro de la tormenta.


En la tregua amable

miré el paisaje

de labios y de valles,

de besos y de tierra,


y me despedí de sus luces

y acepté la tormenta.


De nuevo arrecian los vientos 

y resuenan los truenos

y se mueren las cosechas.


Ha pasado el ojo del huracán

con su tregua de paz

y sus esperanzas estrechas.


A la tormenta me entrego,

abierto a los vientos mortales

que amenazan nuestra existencia.

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