Hace unas noches soñé que una voz, la de no sé quién,
me hablaba de los secretos del universo.
Me decía la voz:
“el universo que percibes, con sus galaxias, planetas y estrellas
es una imagen incierta de una realidad inmensa,
no infinita,
pero tan inmensa como si fuera infinita.
Esa imagen dinámica y fija,
dinámica porque está cambiando a cada instante
y fija, porque tu cambias en ella
y no percibes los cambios desde tu posición,
a menos que sepas mirar más allá de lo aparente;
esa imagen negra y brillante, silenciosa y llena de música,
viva y muerta, esa imagen, me decía la voz,
refleja tantos universos como criaturas
viven, han vivido y han muerto en este planeta,
y en otros planetas que no están ni en este lugar ni en este momento.
Criaturas que escribieron sus caminos
entre los infinitos caminos del espacio-tiempo."
"Es curioso- me decía la voz-
curioso para la mente humana, tu mente,
que en un universo inmenso y por tanto finito,
haya contenidos infinitos.
Como entre dos números concretos,
como el uno y el dos, hay infinitos números,
entre los límites del universo inmenso hay universos infinitos.
Y es que con cada opción adoptada hay infinitas no adoptadas.
Con cada opción elegida quedaron infinitas posibilidades por elegir,
que generan infinitos universos,
que caben en un universo inmenso,
ilimitado, pleno, expansivo.
Ahí todas las vidas que han existido tienen su registro,
todas las opciones que nunca fueron realizadas
en el universo desde el que se hace la observación,
tienen su espacio,
todas las totalidades, todas las nadas, todos los nirvanas,
todos los seres…Todas las esperanzas.
“A veces, cuando miras al cielo a simple vista
–la voz continuaba-
ves estrellas, planetas o la galaxia...
¡No ves nada!
Esos objetos representan lo que fue, lo que pudo ser,
lo que pudo ser y desde ahí fue,
y lo que pudo ser pero no fue elegido.
Todo se enlaza. Todo se une y todo se cambia”
"Cuando mueras, un nuevo universo acogerá tu vida.
Y luego otro y otro…
Hasta que tantas opciones y tantas derivas infinitas
colapsen las fronteras que no existen,
y una explosión mezcle todo de nuevo
en un instante infinito pero contenido,
en un punto,
y con un nuevo estallido de potenciales infinitos,
el ciclo sea retomado”.
“Viajar por ese inmenso espacio es posible, es la vocación del ser humano.
Recuperar las opciones en otro universo, vivir otros tiempos en otras galaxias...
Pero sin saber que hubo otras vidas, sin recordar otras opciones,
otras comprensiones.
Sin rectificaciones.
Sin saber nada.
Saber y comprender solo es posible desde el silencio.
Renunciando al saber, escuchando la voz.
Muriendo para el conocimiento
y renaciendo a cada ciclo,
hecho silencio.
No hables de mi, me dijo la voz,
Solo escribe en verso.
Que nadie te crea.
Solo inspira.
Solo eso.